Eslovaquia

CÓDIGO DE ÉTICA DEL SINDICATO ESLOVACO DE PERIODISTAS

 

"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. Tal derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión". (Declaración de Derechos Humanos. Artículo 19, del 10 de diciembre de 1948).

El complejo de los derechos y obligaciones de los periodistas resulta del derecho arriba mencionado del público para saber los hechos noticiosos y las opiniones. La responsabilidad del periodista con el público es superior a todas las responsabilidades, especialmente las que tiene frente a sus empleadores y frente el gobierno.

"Al cumplir estos derechos y libertades, todo mundo está solamente sometido a las limitantes dadas por la ley, con el exclusivo propósito de asegurar el conocimiento y preservación de los derechos y obligaciones de otras personas y la realización de las correctas demandas de moral, orden público y bienestar general de una sociedad democrática." (Declaración de Derechos Humanos. Artículo 19, párrafo 2)

De acuerdo con esas normas (los artículos de la Declaración de Derechos Humanos y conforme al espíritu y términos del Pacto Internacional de Derechos Cívicos y Políticos), los periodistas de Eslovaquia se atienen a los siguientes límites ético profesionales:

I. El periodista y el público

El periodista hará todo lo posible para darle al público una veraz, precisa, verificada, completa y profesional información. La veracidad del material informativo implica que los hechos deben exponerse tan objetivamente como sea posible en su contexto real, sin ninguna deformación u ocultamiento de las circunstancias, con el adecuado uso de las habilidades periodísticas. Si algunos hechos no pueden ser verificados, es necesario hacer mención de ello.

El periodista puede expresar libremente expresiones personales o de grupo dentro de los límites concurrentes en las ideas plurales, a menos que viole los derechos civiles de otra persona o grupo de personas o amenace la moral social. Al mismo tiempo, debe respetar la demanda de libre intercambio de opiniones y el libre flujo de información. Siempre respetará las medidas del buen gusto y la propiedad de sus expresiones. Tiene el derecho y el deber moral de negarse a publicar una información que encuentre falsa, deformada, especulativa, incompleta o con intereses netamente comerciales (las llamadas publicidades ocultas).

Si el periodista publica información falsa, deformada, especulativa o incompleta, debe rectificarla públicamente, incluyendo la corrección o respuesta. La rectificación debe ser publicada en idénticas circunstancias gráficas, de preferencia en el mismo lugar en el que se dio la anterior información. La contrarréplica del autor de la información original no deberá agregarse para que ninguna parte tenga ventaja permanente.

Acusaciones sin pruebas, abuso de la verdad o de la profesión y el medio para beneficios personales o de grupo, falsificación de documentos, deformación de hechos, cualquier mentira con conocimiento de que se viola la ley y la moral de la sociedad, son considerados por el periodista como los más graves delitos profesionales.

II. El periodista y el objeto de sus intereses

El periodista asume la responsabilidad de todo lo publicado por él. No puede difamar ni intervenir en la vida privada de ninguna persona, a menos que ésta actúe contra la ley o cause una ofensa pública. El periodista no publicará una entrevista si la fuente informativa no lo desea. El periodista acepta darle al entrevistado que lo requiera, la versión que va a ser publicada. Por el bien de la objetividad, el periodista intenta -durante el proceso reporteril- recoger información u opiniones de todas las personas concernientes.

III. El periodista y la fuente informativa

El periodista tiene un innegable derecho al libre acceso de todas las fuentes de información. El periodista está obligado a hacer saber inmediatamente a su informante sobre sus intenciones como autor. No presiona a sus fuentes informativas a que hagan declaraciones. No le está permitido hacer mal uso de los sucesos de los cuales es testigo, de las declaraciones que capta o de los documentos. El periodista está obligado a mantener sus fuentes de información en secreto, a menos que se lo autorice el informante o se lo exija la Corte.

IV. El periodista y el equipo editorial y de publicidad

El periodista tiene derecho a un contrato que asegure sus necesidades materiales y su honor profesional. Tiene el derecho a rechazar cualquier presión para actuar contra sus convicciones. Sólo acepta órdenes de sus superiores de acuerdo con su contrato. El periodista tiene derecho a ser protegido por su superior directo y el editor por todos los medios legales y accesorios, incluyendo la protección a su derecho de usar seudónimo. El periodista no debe imponer intereses privados y subjetivos para su ventaja personal. No debe firmar con su propio nombre creaciones que son anuncios comerciales y pagados. El equipo editorial puede ser consultado por la empresa y el redactor-jefe en todas las decisiones importantes en torno al trabajo de tal grupo.

V. El periodista y sus colegas

El periodista no publicará bajo su nombre o sus iniciales el trabajo periodístico de otra persona. No tomará pasajes de otra publicación sin haber citado la fuente. No ofrecerá su trabajo para publicarlo simultáneamente en otros medios informativos. Sin el consentimiento del autor, no se modificará el contenido de un trabajo periodístico. No menospreciará la autoridad y habilidades de sus colegas, y durante el trabajo colectivo respetará sus necesidades y opiniones.

VI. El periodista y el interés público

El periodista mantiene el debido respeto al orden constitucional, a sus instituciones democráticas, a la ley vigente y generalmente acepta los principios morales de la sociedad. El periodista no debe promover guerras, violencia o agresividad como la vía para solucionar conflictos internacionales, políticos, raciales, nacionales, religiosos y todo tipo de intolerancia. El periodista muestra debido respeto a otros Estados, naciones, tradiciones democráticas e instituciones, así como a su cultura y moral.