Sector agropecuario de Jaén
Según el Censo Nacional Agropecuario (1994), del total de
523, 257 Ha. de superficie con que cuenta la provincia, el 36% está dedicada
a la actividad agropecuaria. De ella a su vez, el 48% corresponde a superficie
agrícola propiamente; otro tanto (53,269.4 Ha) está cubierta de pastos
naturales y el 24% corresponde a bosques y montes, tierras eriazas y otros
tipos.
Por tanto la proporción de cultivos y pastos se presentan
en proporciones parecidas, como en la mayoría de valles interandinos.
La actividad agrícola se concentra en las zonas próximas a la capital
provincial donde se encuentran variaciones positivas en el número de productores
y población rural.
De las 91,811.51 Ha de tierra agrícola, el 4% se mantiene
en descanso y apenas el 18% cuenta con riego. La mayor parte de estos
terrenos con riego son dedicados al cultivo del arroz. Observamos la predominancia
del café, con cerca del 38% de la superficie instalada en 1994.
Si a ello adicionamos el arroz, observamos que ambos cultivos
conforman más del 50% de la cédula tradicional de cultivos, destinada
sobretodo al mercado extraprovincial.
Sin embargo, son representativos aquellos cultivos orientados
al consumo interno como maíz amarillo duro, yuca, maíz amiláceo, plátano,
cacao, y papaya que en conjunto representan cerca de la tercera parte
del área cultivada.
El cultivo del arroz constituye el principal producto de
Jaén, que ha venido cobrando importancia en los últimos años acercándose
en amplitud al área sembrada de café; además por el volumen de producción
y productividad derivados del mismo que supera ampliamente -aproximadamente
siete y diez veces más, respectivamente- a los derivados del café.
Esto se explica porque el arroz es un cultivo intensivo,
basado en el riego, abonamiento y control químico y además por realizarse
dos campañas anuales, mientras el café se cultiva en secano y en forma
tradicional.
Sin embargo el café, al destinarse gran parte al mercado
externo y por los mejores precios que se determinan por esa razón, dejan
en mejor condición a este cultivo en términos de generación de ingresos
monetarios.
Entre las principales razones de siembra, el grueso de productores
destaca el hecho de que siempre siembran el mismo cultivo y por tanto
la experiencia acumulada les da cierto margen de seguridad al momento
de la comercialización, además por que los mismos les demandan poco gasto
en su manejo y tienen mercado asegurado.
Todo ello influenciado además, por el hecho de que el grueso
de los pequeños productores, solo tienen educación primaria y muchos son
analfabetos, condición que por mucho tiempo ha condicionado el manejo
de sus parcelas sin mayores orientaciones técnicas y el mantenimiento
de la cédula tradicional de cultivos (arroz y café).
En cuanto al régimen de propiedad, el 76% de las parcelas
está explotado bajo el régimen de propiedad privada y sólo un 20% bajo
propiedad comunal; siendo poco representativo el porcentaje que se aprovechan
bajo el régimen de arrendamiento.
Las transferencias de propiedad en el campo se realizan
mayormente sin contrato y la fragmentación de la propiedad no favorece
el proceso de titulación y saneamiento de las tierras.
La trascendencia de las operaciones compra-venta en el norte
de Cajamarca, a partir de la liberalización del mercado de tierras en
los ochenta, permitió consolidar el dinamismo de estas zonas que orientaron
su producción al mercado nacional e internacional después de la finalización
de la Carretera Marginal en 1977. Las tierras adquiridas fueron en su
mayoría para cultivos de exportación como el café, el arroz y frutales.
(fuente: CIPCA)
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